martes, 7 de julio de 2009

Carta a JRo. de Carlos David.

Como olvidar a nuestro querido Juan Ro? Hoy recibi esa ultima foto en el avion antes del accidente y con esa molestia en el corazon desde que se nos fue, viene ha mi memoria también tantos recuerdos de aquellos años 80 cuando lo conoci en una tertulia con otro hombre de Dios, que fue don Antonio Rodriguez. y que sé que Juan Ro también quería mucho.
Conocí a Juan Ro cuando tenia yo 15 años de edad y desde ese primer encuentro y las veces que lo encontré corriendo haciendo ejercicios y lo acompañe, empezó una de las mejores amistades de mi vida. Ese hombre de Dios que luego más tarde fuera director del Club Gurkhas, y que para muchos de los que allí compartimos esos últimos años de bachillerato y los primeros de la universidad lo recordaremos como otro papa de esa gran familia de amigos que nos juntamos bajo el calor del querido club.
No puedo dejar de recordar las inquietudes y molestias de mi adolescencia que bajo un clima de una familia desintegrada estaba pasando en mi vida, y como Juan Ro me fue llevando de la mano a pasar esos momentos duros con serenidad y mucha alegría, enseñándome a luchar por vivir cerca de Dios para así pasar con paz esos momentos duros de mi vida. Y como olvidar también tantísimas conversaciones en aquella su pequeña oficina-cuarto de la dirección del club, y cuantas regañadas que siempre terminaron con un fuerte abrazo y un propósito mas para mejorar y luchar por ese gran ideal que siempre nos inculco Juan Ro por seguir a Cristo en cada instante de nuestra vida.
Para los que compartimos esa vida del club de los años 80 y vimos como Juan Ro nos enseñaba a tantos a acercarnos a Dios con sus clases, sus charlas y esas tertulias tan apostólicas después de las comidas, y además con tantos ejemplos palpables de como vivía su oración, su Santa Misa diaria, y con que devoción rezaba el Santo Rosario fueron para nosotros también parte de esa herencia de Juan Ro.
Seguramente Juan Ro estará muy feliz de haber alcanzado lo que tanto nos inculco con su vida, y desde ya me gusta pensar que Juan Ro al igual que San Josemaria, Don Alvaro, Don Antonio, Don Victor, Rafa, el Doctor Cofiño y tantos que ya se nos adelantaron en el camino, nos acompañan día a día en nuestras vidas como grandes intercesores.

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